Expresarnos con efectividad, con respeto y sin ofender es la base de la comunicación asertiva. Seguramente hayas oído hablar alguna vez de este concepto pero, ¿conoces realmente su significado, su importancia y las técnicas que utiliza? Vamos a descubrir todo eso a lo largo del artículo de hoy. Y si quieres adquirir competencias a nivel profesional, puedes cursar el máster en oratoria y discurso para aprender a aplicar las mejores estrategias de comunicación.

¿Qué es la comunicación asertiva?

La comunicación asertiva es el método que se emplea para transmitir opiniones, pensamientos y sentimientos a una persona desde el respeto, de una forma pausada y comprensible. Así pues, se ha convertido en una herramienta comunicativa muy popular, ya que beneficia la transmisión de mensajes eficaces entre los interlocutores. Al usarla, se pone en práctica la comunicación respetuosa por uno mismo y también hacia los demás.

¿Cuándo se puede usar este método? Las técnicas de comunicación asertiva son aplicables tanto en contextos personales como profesionales, ya que son útiles para todo tipo de interacciones.

Esta forma de comunicación se caracteriza por el equilibrio y la diplomacia al compartir puntos de vista y defender los derechos propios. Pero, a la vez, tiene en cuenta las emociones y las creencias de los demás, respetándolas en todo momento. Por lo tanto, expresarse de forma asertiva significa tener la habilidad de decir lo que quieras decir, en el momento necesario y respetando las ideas de los demás.

Características de la comunicación asertiva

Emplear correctamente la comunicación asertiva repercute directamente en la calidad de las relaciones profesionales y las emocionales.

Para comunicar de forma asertiva, debemos tener en cuenta ciertos elementos que característicos que se relacionan con los aspectos pragmáticos, psicológicos y emotivos del acto de transmisión de mensajes.

Los elementos o características clave para aplicar este tipo de comunicación son:

  • Seleccionar el momento en el que intervenimos, cómo y dónde lo hacemos, además de analizar la calidad de lo que transmitimos en las conversaciones.
  • Mirar al interlocutor para generar cercanía, confianza e interés.
  • Controlar el tono de voz con el que estamos expresando nuestra opinión y modularla adecuadamente.
  • Mantener una postura corporal abierta, demostrando soltura, confianza en nuestras ideas, interés, despreocupación y sinceridad.
  • Estar pendiente de los gestos que hacemos a la hora de hablar, ya que al emplear los movimientos adecuados podremos dar más énfasis a los mensajes importantes.
  • Identificar cuánto tiempo estamos siendo escuchados por el receptor y cuánto tiempo habla este para incrementar el impacto y la receptividad.

¿Cuáles son los 5 pasos para comunicar con asertividad?

A lo largo de nuestra vida, nos toca hacer frente a situaciones complicadas, ya sea en el sector laboral, familiar o social. Sin embargo, al hacer uso de la comunicación asertiva podremos aligerar la complejidad de las circunstancias. Para lograrlo existen 5 pautas que son esenciales para comunicar de forma asertiva, y son estas:

1. Poner el foco en el problema y no en la persona

Cuando nos enfrentamos a situaciones complicadas o tenemos un desacuerdo, es usual que nos centremos en la persona y dejemos en segundo plano el motivo de la discusión. Por ello, debes enfocarte en el problema e identificar los mensajes que se están transmitiendo, y no en la persona que los emite. Es decir, hay que intentar mantener la objetividad y no llegar a involucrarse de forma personal.

2. Escuchar

Oír no es lo mismo que escuchar. Mientras la otra persona está compartiendo sus ideas, es importante escucharle con la máxima atención y dejar en segundo plano todo lo demás. Presta atención en lo que dice, respeta sus ideas y hazle saber que estás atendiéndole.

3. Lenguaje verbal y no verbal

El tono que emplees para comunicarte durante esta situación estar en sintonía a los movimientos o expresiones que hagas. Si usamos el tono de voz correcto, pero gesticulamos con signos de nerviosismo o similares, el mensaje no se transmitirá asertivamente. El lenguaje verbal y no verbal tienen que ser coherentes.

4. Empatizar

Para aplicar la comunicación asertiva, es fundamental que practiques la empatía, es decir, ponerte en la situación de la otra persona. Procura que se dé cuenta de ello con comentarios como «te entiendo completamente». Así, el interlocutor sabrá que has estado prestándole atención y se mostrará más receptivo para escuchar lo que estás transmitiendo.

5. Técnicas asertivas

Por último, no olvides practicar las técnicas de comunicación asertiva, ya que son muy útiles para manejar mejor situaciones complicadas.

Técnicas de comunicación asertiva y ejemplos

¿Cuáles son esas técnicas asertivas que pueden ayudarnos a optimizar nuestra forma de comunicarnos? A continuación, vamos a conocer las principales estrategias que garantizan la asertividad en la comunicación y vemos algunos ejemplos que te ayudarán a comprenderlas mucho mejor:

Técnica del disco rayado

Se trata de una de las técnicas asertivas más populares. La finalidad es la de insistir varias veces con el mismo mensaje hasta que la otra persona se “canse”. No hay que cambiar el volumen, el tono o el ritmo empleado. Por ejemplo se utilizarían frases como: te escucho, sí, te escucho, te repito que sí, te escucho, lo que quería decir era que…

Técnica del banco de niebla

Su uso permite dar la razón a la otra persona para no seguir discutiendo. Hay que prestar mucha atención al tono empleado, ya que podría tener como resultado una reacción agresiva del interlocutor. Esto sería por ejemplo: puede que tengas razón, no te lo voy a negar.

Técnica del aplazamiento asertivo

Consiste en conseguir que el interlocutor se dé cuenta de que no es el momento adecuado para discutir. La finalidad es detener la conversación si nos damos cuenta de que la otra persona no entiende el mensaje o se está comunicando de forma agresiva. Por ejemplo: te propongo aplazarlo y seguir hablando de este tema en otro momento, ahora mismo estoy ocupado.

Técnica de ignorar

En una conversación en la que el interlocutor está muy alterado, enfadado o nervioso se puede emplear esta estrategia. Hay que dominarla bien para ponerla en práctica, ya que si se emplea de manera inadecuada puede entenderse como una provocación. Por ejemplo: creo que en este momento estás alterado. Sería mejor continuar con esta conversación en otro momento más idóneo.