Mucha gente ha soñado alguna vez en tener un pequeño huerto en el jardín de casa. El inconveniente es que mucha gente vive en ciudades y piensa que la falta de espacio es un inconveniente para hacerse jardineros. En el post de hoy te mostramos todo lo que debes saber antes de hacer una huerta en casa. Fórmate con nuestro máster en calidad, medio ambiente, procesos y PRL.

Aspectos importantes de una huerta en casa

No debemos preocuparnos tanto del espacio, sino más bien en el cuidado y el sistema del huerto urbano. Primero de todo debemos buscar un sitio soleado y pensar en que las plantas más grandes no hagan sombra a las más pequeñas. Como recipientes podemos utilizar cajones, mesas de cultivo o macetas, pero teniendo en cuenta que todas tienen que tener un buen drenaje para escurrir el agua sobrante.

La tierra

Primero de todo, debemos pensar en qué tipo de tierra utilizaremos para nuestra huerta en casa. Debemos tener en cuenta la preparación del terreno, para ello podemos comprar la tierra o si por el contrario tenemos tierra natural, limpiarla de malezas y piedras.

El abono

Para enriquecer la tierra de nutrientes debemos incorporar un buen abono. Para ello utiliza abonos ecológicos que se pueden comprar en tiendas de jardinería o puedes crear tu propio abono a partir de los restos orgánicos que gastéis en casa. Restos de frutas, cáscaras de huevo, restos de patatas e incluso ceniza. Deberás cubrirlos con un plástico para facilitar su fermentación y añadirlos al huerto.

¡Hora de sembrar!

Según la estación del año, hay que pensar en los tipos de cultivo que mejor se adapten a sus condiciones, per ello te recomendamos que te crees un calendario de siembra. Las oportunidades son extensas: desde zanahorias, lechugas, tomates, pimientos…

Te recomendamos que primero utilices una huevera para sembrar las semillas y, cuando estas crezcan un poquito, trasplantarlas al huerto más grande. Utiliza cada departamento de la huevera para agregar un par de semillas y esperar que crezcan. Una ventaja de hacer este primer paso es que en el primer momento de germinación de la planta es cuando es más frágil y así podremos controlar mejor su estado.

Cuando las plantitas ya estén un poco crecidas, es el momento de trasplantarlas, con mucho cuidado, a la mesa de cultivo para esperar que florezcan y den sus frutos.

Te recomendamos que, si eres principiante en la jardinería, empieces con hierbas aromáticas, como tomillo u orégano, ya que requieren menos cuidado que las verduras y hortalizas. Práctica primeramente con ellas y cuando creas que lo tienes todo para seguir mejorando en la jardinería, adéntrate en la aventura y sube de nivel.

Es una actividad muy positiva, ya que te permite abastecerte de tus propias verduras y hortalizas. Además, es una práctica que reduce el estrés y la ansiedad y aumenta la sensación de bienestar. Es también muy divertido compartir esta afición con los más pequeños, se lo pasarán pipa y además crecerá su concienciación por la ecología y por el cuidado del medio ambiente.